Rusia -Cap 1

Hace ya 20 dias que me encuentro en Rusia y es el lugar y el momento perfecto para empezar con este blog.

VIAJESHISTORIAS PERSONALES

5/8/20242 min leer

Rusia 2025

¿Cómo se me ocurrió venir a Rusia en el 2025?
¿Qué hago acá?

Esta preguntas encuentran su respuesta en un concepto muy sencillo, pero que a veces nos cuesta aplicar: soltar el control.

Hace más de un año ya decidí soltar el control.

Decidí dejar de tomar decisiones a partir del ego, y empezar a dejar que la Vida —Dios, el Universo, llamenlo como quieran— tome el mando y me lleve a donde realmente necesito estar.

Esto me llevó a tomar decisiones que a veces me daban miedo, o me generaban resistencia…

pero después me daba cuenta de que cada vez me sentía mejor.

Cada vez avanzaba más en mi autoconocimiento, en mi gestión emocional, en mejorarme física, emocional y espiritualmente.

Creo que la primera decisión que tomé y que me trajo hasta este punto fue que, después de estar más de ocho meses en casi completa soledad —con muy poco contacto con otras personas, y menos aún con intención de una relación amorosa— algo en mi interior me dijo que era suficiente.

Que tenía que salir de la cueva.

Eso resultó en que, días más tarde, tuve una cita con una chica.

Esa misma chica que, seis meses después, decidí acompañar para que se reencuentre con su familia acá, en Rusia.

Esto es lo que hago acá: acompañar, sostener, ayudar en lo que pueda tanto a mi pareja como a su familia.

Su hermano y la esposa están por tener su segunda hija, y por eso estamos acá en Rusia, junto con la hermana más chica, apoyando y dando una mano.

Cuando tomamos la decision de ir no dude. Me sentia firme, seguro de que queria ir.

Pero con el paso del tiempo y el viaje acercandose me daba cada vez mas miedo. Miedo de no encajar, de no sentirme comodo, de no cumplir con las expectativas de la familia de mi pareja.

Era el ego que odia la incertidumbre. Quiere certezas, y aca no habia certezas de ningun tipo. Pero como ya aprendi que detras del miedo esta el crecimiento, no me deje arrastrar por esos pensamientos y segui por el camino que la Vida me estaba abriendo.

Siempre sentí que era la Vida diciéndome que el camino era por acá.

Que iba a aprender mucho y a crecer en un aspecto que necesitaba reforzar: los vínculos.

Pero no cualquier vínculo:

los vínculos familiares, los de sangre, los que más evadí en mi vida y los que más necesitaba volver a mirar.

Asi que aca estamos, la mañana del 22 de noviembre del 2025, listos, esperando para embarcar en el aereopuerto de Fuimicino. Poniendo en pausa lo conocido, mi casa, mi rutina mi vida, para entrar en un mundo desconocido, sin temor, sin expectativas, abierto al aprendizaje.

Llegamos a Rusia. Estamos aterrizando y Moscù nos recibe de noche, completamente blanca. Fue una locura.

Ese recibimiento fue mi confirmaciòn de que la Vida no se equivoca. Ese momento de alguna manera me tranquilizò y me hizo sentir que estaba sostenido. De que todo iba a salir bien.

Y asì fue.

A veces la vida te lleva a lugares que jamás hubieras elegido con la mente, pero que tu alma necesitaba desesperadamente.

Rusia nunca estuvo en mis planes.

Pero hoy entiendo que no vine por casualidad: vine porque había algo acá que tenía que ver, sentir, aprender.

Crecer no siempre se siente cómodo, pero siempre vale la pena.

Y mientras Moscú me recibe blanca, fría e inmensa, algo adentro mío se ordena y se acomoda.

Siento que estoy exactamente donde tengo que estar.

Porque cuando soltás el control, la Vida te lleva justo al lugar donde más necesitabas estar.